jueves, 30 de octubre de 2014

El quiosco ha cerrado

 El quiosco al que iba cuándo era pequeña a comprar cromos ha cerrado.
Ahora hay uno nuevo.
Pero ya no es el quiosco al que iba cuándo era pequeña a comprar cromos.
Intenté recordar la última vez que entré, y no lo conseguí.
 Creo que hace unos años,  me apoyé en el escaparate para atarme los playeros.
O puede que no.
Puedo que solo fuese un recuerdo inventado.

 El quiosco al que iba cuándo era pequeña a comprar cromos ha cerrado.
Lo peor es que tampoco me importa mucho, quiero decir, que no supone nada en mi vida al fin y al cabo.
Sin embargo, si esto hubiese ocurrido hace... que se yo.. ¿12 años? Sí, si esto hubiese ocurrido hace doce años,  me hubiese dado un disgusto terrible.
Pero el quiosco al que iba cuándo era pequeña a comprar cromos, cerró cuándo yo ya no era pequeña y cuándo no me importaban los cromos.

El quiosco al que iba cuándo era pequeña a comprar cromos ha cerrado y en el fondo,

llámame egoísta ,

me importa una mierda.

miércoles, 29 de octubre de 2014

mejor que llueva.

Miró por la ventana y tarareó el estribillo de una canción.
Un rayo de sol, oh oh oh.

Me dijo  que yo no era lo que buscaba.

Fuera empezó a llover.

Bueno, seguramente no haya sido así. Pero así es como yo lo recuerdo.

No se porqué, en mis recuerdos siempre llueve.

martes, 28 de octubre de 2014

Fantasmas o menos

 La suerte se esconde y la vida molesta,

cualquier servilleta dibujada puede ser documento histórico.

La belleza se acumula en puertas de baños públicos.

La historia se hace de día para deshacerse de noche, las margaritas florecen para luego marchitarse, nos acercamos para alejarnos,  las personas nacen para... En realidad no lo se.

El amor se transmite de generación en generación mediante el boca a boca,
 y por eso me asusta una generación tan propensa al odio.

La libertad guiando al pueblo no es cuadro,es una niña pequeña tomándose un helado.

domingo, 19 de octubre de 2014

Cien recuerdos bajo tierra

Estoy en ruinas,
y en mi caso, el derrumbamiento fue anterior a la construcción.
Me fui rompiendo poco a poco, ventana a ventana, espejo a espejo, te quiero a te quiero.
nací siendo  escombro, restos de graffiti y ladrillo.

y nunca aspiré realmente a ser algo más,

No me dí cuenta que soy como esos niños pequeños,
que se pasan la tarde en la playa construyendo un castillo de arena,
sabiendo que luego lo van a destrozar,
sabiendo que luego se lo llevara la corriente.

Pero  me gusta seguir así.

Pero me gusta seguir en ruinas,

Me gusta,
                 vivir

 a cien  recuerdos  bajo tierra.




Antes de P y de B siempre se escribe miedo.

Te convertí en falta.
Te convertí en vacío, en agua, en nada.
Te convertí en reflejo rojo,
en un gato intentado hacer una ecuación.
Te convertí en falta,
en falta de ortografía,
en falta de tiempo,
en falta                de espacio.

Te convertí en faltas,
faltas cada vez que el aire es de hierro,
faltas cada vez que las hojas de los árboles,
cortan igual que los cuchillos.
Faltas en mi oxigeno en mi dióxido de carbono,
y en todos mis poemas.

Faltas,
porqué tu te convertiste en falta antes de que yo lo hiciera.
Faltas,
porque yo siempre te sobre.
Sobras,
porque tu siempre me faltaste.

Porque me enseñaste que antes de P y de B, siempre se escribe miedo.



sábado, 18 de octubre de 2014

Diez Lunes

Tienes diez Lunes en tu espalda
y no me había dado cuenta,
también tienes,
cinco llamadas perdidas,
cuatro palomas borrachas,
tres preguntas incómodas,
dos finales,
y tan solo,
una espalda.

Tienes la manía,
de quererme cuándo me voy,
y luego,
querer que me vaya.

Porque de tanto darme la espalda,
me quede a vivir allí,
y de tanto darme la espalda,
le empecé a poner ojos,
y nariz,
y boca.
Rellené el vacío,
y te dibuje un poco mejor.

Me enamoré de lo humano de tus defectos,
y de lo sobrenatural de tus virtudes.

Me enamoré de una espalda con nombre de persona,
de una espalda que iba,
poco a poco,
perdiendo la l,
de una espalda que se acabó convirtiendo en espada.









viernes, 17 de octubre de 2014

Que te vaya bien.

Creo que nuestro mayor problema,
era tener un amor con  complejos e inseguridades
Porque cada vez que nuestro amor se miraba al espejo,
protestaba por tener la nariz demasiado grande,
las tetas demasiado pequeñas,
o unos labios que no están a juego con su cara.

Y qué íbamos a hacer, 
si cuánto más nos queríamos,
nuestro amor más se odiaba.
Se ponía a dieta y se obsesionaba con adelgazar,
se pintaba los ojos,
y compraba zapatos caros y bolsos de Louis Vuitton,

Y qué íbamos a hacer,
si nuestro amor un día,
se cansó de odiarse a sí mismo,
y se quiso largar.

Y qué íbamos a hacer,
si un día hizo las maletas y se marchó,
y qué íbamos a hacer,
si no nos dijo a dónde iba,
ni si iba a volver,
y qué íbamos a hacer,
si nuestro amor se fue con otros
y nos puso los cuernos una y otra vez,

y que íbamos a hacer,
si otros se empezaron a querer,
de la misma forma que lo hacíamos nosotros,
con complejos, e inseguridades. 






Mueve tu silla un kilómetro más

En el colegio nos mintieron,
a todos nosotros,
el tiempo se mide en kilómetros,
y mi reloj siempre marca,
las seis kilómetros y media.

Y a nosotros solo nos queda,
 un kilómetros de humo,
 y dos hectometros de tierras movedizas,
 y cuatro metros de dudas.

En el colegio nos mintieron,
a todos nosotros.
El tiempo se mide en portales sin beso,
en hojas de árboles por el suelo,
en recuerdos que se escapan.

Y mi reloj ya no da las horas,
ahora da los ahoras,
en los que piensas en huir.

 Y a nosotros solo nos queda,
dos decímetros de tí,
un centímetro de mí,
y un milímetro de lo que pudo ser y no fue.







martes, 14 de octubre de 2014

Depende de la dependencia

Le volví a ver, y fue extraño,

Porque su cuerpo ya no era mi cuerpo,
y mi sangre había dejado de correr,
por sus vasos sanguíneos.
Porque nuestros labios ya no eran,
una sola boca,
Ni sus manos parte de mi espalda.

Porque Mis Miedos habían dejado de ser
una extensión de su cuerpo,
y mis fracasos ya no eran suyos,
y mis problemas ya no eran suyos,
y mis dudas, mis manías, mis torturas, mis secretos,
ya no eran parte de su pensamiento.

Lo mejor de mi misma,
ya no era él.

Le volvía  ver, y fue extraño.

Porque sentí pánico,
porque me asusté,
porque todo parecía una broma.
Porque ahora tenía que enfrentarme a la vida, yo sola.

Porqué preferí ser cobarde en sus brazos,
que ser valiente sin sus abrazos.


lunes, 13 de octubre de 2014

Todas las despedidas del mundo.

Ya no estaba en su piel.
ya no estaba en su saliva ni en su ADN.
Ya no quedaban restos de él entre las sábanas,
ni su voz en alguna zona de la casa,
o en alguna zona de su cuerpo.

Ya no le quedaba nada de él,
 ya no estaba en el aire,
ya no estaba en los temblores de piernas,
en las dudas, o en las certezas.
.Ya no estaba en su vida,

Y estaban a punto de transformarse en olvido.
Porque al irse de su vida, se fue también de sus recuerdos.

Pluma

Ya te lo había advertido,
si soplas, puedo echar a volar.

Y fue extraño que lo más cerca que he estado nunca
de experimentar la  libertad,
era cuándo más me apretabas contra tu cuerpo,
si me retenías, yo me sentía libre
.
Porque huir
 era recuperarte,
y no perderte.
porque correr
 era detenerme,
y no avanzar.
y sin darme cuenta, autodestrucción fue sinónimo de amor.

Desaparecer poco a poco entre tus brazos sonaba bien,
y dejé que tu cuerpo fuese la cueva del mío.

Ya te lo había advertido,
que nuestro amor es como una pluma,
y ten cuidado no vayas a espantarlo,
y ten cuidado no vayas a romperlo,
y ten cuidado no soples, que puede echar a volar.

Media mitad.

Ella vivía a medias.

Caminaba,
entraba en bares,
se pedía una cerveza,
 hablaba con el camarero,
 bromeaba con sus amigos,
cantaba algún estribillo,
se pedía otra cerveza.

Pero todo lo hacía a medias,

Ella le buscaba en todos los ojos que de noche,
se convierten en farolas,
en cualquier utopía que se esconde debajo de la ropa.
En cualquier chico que dijese cualquier cosa.

Caminaba,
entraba en bares,
se pedía una cerveza.
hablaba con el camarero,
bromeaba con sus amigos,
cantaba algún estribillo,
se pedía otra cerveza...

Pero nunca le encontraba.
Y así, noche tras noche.
y así, día tras día.
Viviendo a medias,
muriendo poco a poco,
resucitando momentáneamente,
por playas debajo de camisetas,
por cielos que se evaporan,
 y kilómetros de tiempo que se los lleva la corriente.

Ella vivía a medias,
ella nunca le encontraba.
y estaba a punto de perder la esperanza.


domingo, 12 de octubre de 2014

Dos kilómetros de distancia.

Caminábamos a dos kilómetros de distancia,
llorábamos a dos kilómetros de distancia,
y nuestras lenguas se tocaban, siempre, a dos kilómetros de distancia.
Mi muestrario de heridas nunca fue visible para ti.
mis miedos fueron solo miradas perdidas,
mis sueños fueron solo pequeñas sonrisas distraídas
que se pierden por la ciudad,
que se caen de los bolsillos.
 Entre nuestras miradas siempre había
otros ojos de por medio,
un mar de dudas,
y un cartel de huida.
Creo que alguna vez estuvimos cerca,
tan cerca que mis rizos se engancharon en tu reloj.
Pero aún entonces,
caminábamos a dos kilómetros de distancia,
y no te dabas cuenta,
de qué cuanto más te acercabas,
yo más me alejaba.
Porque mi mano,
porque mis ojos,
porque mis piernas,
siempre estaban a dos kilómetros de distancia,
y no podías evitarlo.
Porque mi pensamiento siempre estaba,
 a dos kilómetros de distancia,
Porqué yo,
siempre estaba a cien abismos de distancia,
a mil vidas de distancia.

Perdón por todo.
Perdón por llorar en silencio.

Perdón por amarte, siempre, a dos kilómetros de diferencia.


domingo, 5 de octubre de 2014

Mañanas caducadas.

Deja las llaves sobre la mesa y observa a Clara agitar con fuerza todos los tetra- bricks de la nevera. Tiene los ojos rojos, hinchados de tanto llorar.  Lleva ropa de andar por casa, y sujeta con un brazo la bata para que no se abra con cada brusco movimiento.
-¿Qué pasa?
La chica le mira enfadada- ¿Qué pasa? !Nos hemos quedado sin zumo de naranja!
El chico la mira confundido- ¿Desde cuando te gusta el...?
-¿A quien no le gusta el zumo de naranja?- Le interrumpe- y ya no tenemos mas zumo,  y ni siquiera tenemos naranjas, ni una batidora, ni nada ¿Pero sabes lo peor? ¿Sabes que es lo peor?
El chico sacude la cabeza, observando la escena perplejo- ¿Qué es lo peor?
- Que tampoco tenemos ganas de hacernos más zumo-
- ¿Tanto te apetece el zumo?
- ¿ A ti no?
-Sabes que yo siempre he querido zumo-

Zumo,  y otras formas de llamar al amor.

Como cuándo gritas Puta en un túnel.

Somos Eco,
Somos risas ya reídas hace siglos
Somos imitaciones del pasado,
Somos siglos
 de Histeria
 de Historia.
Somos Eco,
Somos un óvulo y un espermatozoide,
Somos un condón roto, un test de embarazo
Somos un error, convertido en acierto
O tal vez, un acierto convertido en error
Somos lo que vemos, lo que oímos, lo que leemos,
Somos lo que nos dicen que somos,
somos lo que no nos gustaría ser,
somos lo que amamos y lo que detestamos.Somos Eco.
Somos la voz de muchas personas.
Somos la causa de muchas guerras
Somos lo que nos han hecho,
somos lo que queremos que nos hagan.
Somos muchas personas.
Somos culpa, somos miedo, somos rencor.
somos secretos, manías,  y envidia.
Somos luna y hombre lobo,
Somos cuento y moraleja.
Somos Eco.
Somos un resultado, o un principio.

K.O

A veces,
cuándo prefería tenerte cerca,
a tenerme cerca.
A veces 
cuándo yo era tu reflejo,
y tú mi espejo,

A veces,
yo me preguntaba si habíamos adaptado
el amor a nosotros,
o por el contrario,
nosotros nos habíamos adaptado al amor.
A veces,
cuándo no hacíamos nada.
O cuándo la nada nos hacía
o nos deshacía, no lo sé.

Yo me preguntaba  sinos había vencido.
Me preguntaba si seguir juntos,
implicaba dejar de ser nosotros mismos.
Me preguntaba solo,
si habíamos construido nuestro amor,
o si él nos había derribado.







Crimen pasional.

Lo nuestro no fue un crimen pasional,
fue una pasión criminal.
Tal vez no nos queríamos lo suficiente,
o no nos odiábamos lo demasiado.
Puede que la culpa fuese yo en tí,
o tu en mí,
o puede que la culpa fuese culpa,
y nada más.
Puede que solo fuésemos un ejemplo,
a no seguir.
Una suma que se revuelve restando,
o un vale de descuento que lleva un tiempo caducado.
Nos amábamos de forma impermeable
Y nunca nos llegamos a conocer realmente.
porque hubo un tiempo,
en qué nuestras miradas eran cuchillos,
y nuestros labios de lija,
Pero ni siquiera teníamos derecho a hacernos daño.
Porque en vez del amor,
hacíamos la indiferencia.
Y se nos daba demasiado bien,
llamarnos por otros nombres,
olvidarnos más de diez veces al día,
no saber nunca porqué seguíamos juntos,
Usarnos como pretexto a la soledad.


El idioma secreto de los ronquidos.

Siempre que despierto, él ya no está aquí.
Nunca está aquí
Sigo su rastro en la oscuridad,
a tientas y con cuidado.
Siempre acabo llegando a la puerta.
Tengo resaca de recuerdos futuros,
y él,
ya nunca está aquí.
Mis amigos dicen que él no existe,
Nadie se cree la historia de cómo nos conocimos.
A veces por la calle,
le veo en los charcos,
en el final de las copas,
y los retrovisores de los coches.
Él nunca responde mis mensajes,
ni mis llamadas,
ni mis señales de humo.
Mis amigos dicen que no existe,
se creen que me lo he inventado,
pero yo juro que eso no es cierto,
y cada noche,
aunque yo no lo sepa,
se inventa mi nombre y duerme a mi espalda.
A veces roza mi pie,
y entra en mis sueños.
Otras toca mi mejilla,
enreda sus manos con mi pelo,
o se engancha,
el botón de su camisa,
con alguno de mis pensamientos.
Alguna vez atrasé el reloj para poder verle.
Pero la gente me dice que no existe.
Porque siempre que me despierto,  él ya no está.
Porque se va,
porque siempre se va,
porque su rastro siempre acaba en la puerta.

sábado, 4 de octubre de 2014

La entrada se llama zorra para que no suene cursi.

Quiero conocer todos los lugares de tu cuerpo
y digo lugares,
y no zonas,
porque
estoy segura de que tienes diez lugares en tu antebrazo,
A los que llevarme  y visitar juntos,
sentirnos turistas en nuestro propio cuerpo,
y buscar tus pecas en  los mapas.
Estoy segura de que tienes,
en tu pierna izquierda,
mil bares que abren hasta la madrugada,
dónde podremos emborracharnos juntos,
y jugar a qué no nos conocemos,
y reírnos por vergüenza,
y avergonzarnos por reír.
El otro día me entretuve mirando cuántos prostíbulos
cabían en tu boca, y las iglesias que se caen de ella al sonreír,
El otro día me fije en el país que escondes
en el dedo derecho del pie.
Luego me di cuenta de que todas las carreteras llevan a tu boca,
y te volviste azul y verde,
y te convertiste en una esfera,
y te juro,
que  no tuve miedo
de convertirme en un habitante más
de tu cuerpo.