domingo, 18 de marzo de 2018

Formas de comprar el pan

Hay muchas ciudades en las que podría empezar una nueva vida.
Por ejemplo:

servir cervezas en algún bar oscuro de Dublín,
hacer encuestas para Acnur en el centro de Barcelona,
envolver regalos en una tienda de juguetes en Londres,
hacer de guía turística en Budapest,
limpiar las calles de París,
enseñar español en Berlín...
Ayudar en cualquier granja de cualquier ciudad de cualquier país.

Hay muchas formas de caminar y muchas formas hasta de comprar el pan o dar los buenos días.

-Buenos días, una barra de pan por favor.
-Hola, una barra de pan.
-Ponme una barra de pan, porfa.
-Dame una barra de pan.
-¿Te quedan barras de pan?
- Ay se me olvidaba... Y una barra de pan,  gracias.

 El día a día está lleno de matices casi imperceptibles que de una u otra forma, dejan huella.  Estamos donde estamos porque lo hemos decidido o porque el tiempo ha pasado muy rápido.  Aún a día de hoy me pregunto: ¿Corres más riesgos al decir adiós, o al decir hola?   Con los años, más preguntas y menos respuestas. 

Hay muchas ciudades en las que podría empezar una nueva vida.  Por ejemplo: la mía.
Empezar es una utopía: la vida es reescribir una y otra vez el mismo guión, cambiando los matices.