sábado, 30 de julio de 2016

Destellos de belleza

El tiempo perdido de las rutinas que no tienen nada que ver con nosotros mismos. La tristeza que nos hace correr descalzos.   Lágrimas de quién no se atreve a llorar.  Agua por todos los rincones,  pero nadie que sepa nadar.  Ya nunca seremos jóvenes de la misma manera: hemos perdido la ignorancia al fracaso.

  Estribillos que no comprendes porqué recuerdas y miradas que cuesta pescar de los recuerdos.  Raíces para desayunar, comer y merendar.   La nostalgia que nos convierte en cangrejos.   Bla,  bla,  bla;  frivolidad y ruido.   Bla,  bla, bla;   Roma ya no dice nada.  Bla, bla, bla:  Roma te desilusiona.

Solo hay destellos de belleza.

- ¿Porqué nunca volviste a escribir un libro?-   Me pregunta una voz de mi cabeza.