como un ejercito de momentos
que olvidamos,
pero siguen dentro.
Perdemos nuestra batalla contra el tiempo,
y antes de darnos cuenta, ya es tarde.
Nos hacemos los duros para no admitir,
que estamos contentos y por eso,
tenemos miedo.
El año acaba dónde empieza
y empieza dónde acaba.
Siempre hay relojes atrasados
y personas que llegan
un minuto tarde
o un minuto antes al nuevo año.
Los langostinos están en la mesa.
Ane Igartiburu vuelve a presentar las campanadas en la 1.
Recopilatorio musical en antena 3.
La plaza mayor está llena de gente.
Y lo extraño se vuelve poco a poco familiar.
Y lo familiar, a veces, se vuelve poco a poco extraño.