viernes, 26 de septiembre de 2014

Mi profesor de Linguística

Se llama Antonio,
pero nosotros le llamanos Toni.
Nos gusta bromear sobre su manía,
de irse por las ramas.
Y su eterno amor a los ejemplos.
Como si el mismo,
fuese eso,
un ejemplo.
El otro día,
cuándo estaba a punto de acabar la clase,
dijo una cosa muy bonita,
mirando hacia la esquina de la pared,
preguntó si nunca nos habíamos olvidado de alguien,
de unas manos,
de un aroma,
de una cara.
Preguntó si nunca,
el concepto de una persona,
se había evaporado por completo.
Preguntó si nunca,
habíamos transformado un recuerdo en olvido,
si nunca habíamos intentado con todas nuestras fuerzas
recordar a una persona,
,y al intentar memorizarla, fuésemos poco
a poco desdibujándola.
Nadie dijo nada,
y el se sacudió la cabeza.
Luego dijo que aún éramos demasiado jóvenes,
y cambió repentinamente de tema.
Creo que nos pusimos a hablar sobre el homo sapiens.

No hay comentarios:

Publicar un comentario