martes, 24 de junio de 2014

Ya ves,

Entonces intenté llegar a casa pero la llave no encajaba en la cerradura y por más que lo intenté no obtuve resultado satisfactorio, así que probé a llamar al cerrajero y me dijo que el problema no era de la llave ni la cerradura si no mío.  Yo me ofendí al sentir como infravaloraba mis capacidades, ¿Como no iba a saber abrir la puerta? Llevaba tres años haciéndolo y nunca había tenido dificultades.  Llamé a otros cinco cerrajeros y todos me decían que el problema no era de la llave ni de la cerradura.  Sin embargo, insistí en que me cambiasen la cerradura  pero tampoco eso sirvió de nada.  Tuve que hacerme a la idea de que esa había dejado de ser mi casa.

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