lunes, 9 de junio de 2014

La belleza de no poder recuperar algo

Tal vez no estemos lo suficientemente preparados,
como para apreciar toda la belleza que hay en el mundo.
Y no hablo de un chico,  o de una chica,
pero el hecho de que la palabra bello te recuerde a alguien,
es algo bello de por si.
Tampoco hablo de cataratas entre frondosas montañas,
de plazas con palomas una tarde de domingo,
o de  la individual colección de cosasquesolotegustanati,
Hablo de cosas más simples,
una sombrilla volando por la playa,
el polvo del aire alumbrado por un foco,
Hablo de la belleza cotidiana,
y no hablo de un chico, o una chica,
pero el hecho de que la palabra belleza cotidiana te recuerde a alguien,
es algo bello de por sí.
Hablo de la parte del día que suele pasar desapercibida,
y de lo que te olvidarás a la mañana siguiente.
Hablo de cosas que podías haber contemplado pero te has perdido.
Hablo de qué hubiese pasado,
 si hubieses mirado a la izquierda mientras esperabas al bus.
Y ya jamás contemplarás.
Hablo de esas cosas que se repiten, pero nunca igual
Hablo tal vez, solo de tiempo
de la belleza del tiempo despercidiado,
Hablo de la belleza de lo que me he perdido escribiendo esto,
mientras el cielo se vuelve anaranjado,
y no podré recuperar,
porque realmente, da igual.
Hablo de la belleza de las cosas sin importancia.
Hablo de la belleza de no poder recuperar algo




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