Finjo que no te veo aunque te tenga delante y hablo un poco más alto de la cuenta. No sé, creo que me has visto. Disimulo, me río, bailo un poco y canto un poco más alto de la cuenta. Sí, seguro que me has visto. Y tus amigos. También mis amigos te han visto. Sigo fingiendo que no me importas. Qué irónico fingir lo que antes intentaba ocultar. Al final te acercas, o me acerco... No lo sé muy bien.
Nos besamos.
Me estoy equivocando... Más de la cuenta.
(Pero aún no tengo claro porqué esta equivocación se ha convertido en mi vocación)
No hay comentarios:
Publicar un comentario