miércoles, 5 de noviembre de 2014

16 gramos de recuerdo. (El amor y las matemáticas III)

Lo puso en la bascula y esperó a que los números digitales se detuviese. 16 gramos.  Eso era exactamente lo que pesaba: 16 gramos. Lisa comprobó que aquello no fuese un error,  comprobó que no fuese una  mentira.   Pero de nuevo la báscula marcó la misma cifra: 16 gramos.  Su recuerdo pesaba eso.  Solo eso.  16 gramos.

16 gramos, se repitió a sí misma.  Después de un año,  y cuatro meses, y tres días, y  ocho canciones de amor, y diez  tardes lluviosas sin paraguas y doce  borrachaeras  juntos, y  catorce te quiero   y 14 lágrimas,  y 9 restos de helado entre los dientes,  y 5 tickets de metro, y 8 fotos de carnet, y 3 visitas al  museo del prado, y 4 veces sin gasolina en medio de la carretera, y 16 cuelga tú,  y 4 no me dejes nunca, y 3 prométeme que me querrás siempre,  y 2 quédate y  un te necesito....  lo que único que Lisa conservaba de su relación con Javi, era eso:  16 gramos de recuerdo.

Pensó que el recuerdo que conservaba de javi, pesaba menos que una botella de coca-cola, o que el sandwich que se había preparado hace minutos para llevar a la universidad.  Se dio cuenta de que con el tiempo, su recuerdo cada día pesaba menos.

Lo puso en una báscula y esperó a que los números digitales se detuviesen: 14 gramos.  Intentó recordarle con fuerza.  Con ganas. Con odio. Con amor.  Intentó recordarle de todas las maneras posibles. Desnudo.  Desnudo con calcetines.   En calzoncillos.   Saltando encima de la cama con calcetines y calzoncillos.  Borracho.  Con las mejillas rojas y los ojos brillantes.  Con el pelo alborotado y la mirada perdida.  Recién levantado.  Con ojeras y café en su aliento.   en toalla con gotas de agua por todo su cuerpo.  Llorando.  Riendo. Siendo sincero.  Llorando. Riendo.   Con ropa.   Conduciendo en silencio.  Subiendo el volumen de la radio.   Hablando del tiempo. Llorando. Riendo.  Ocultando algo.  

Lo puso de nuevo en la báscula y esperó a que los números  digitales se detuviesen:  5 gramos.  Lisa gritó y no pudo contener el llanto.  Cuánto más se esforzaba por recordarle,    más se esforzaba su recuerdo por desaparecer.  Si intentaba dibujarle,  su recuerdo se desdibujaba.  Si lo soñaba, se convertía en pesadilla 

Lisa entonces se recordó con fuerza a sí misma en aquella relación. Con ganas. Con odio. Con amor.   Intentó recordarse de todas las maneras posibles.   Escondiendo su cuerpo desnudo con el edredón. Vistiéndose..  Hablando del tiempo. Conduciendo en silencio.  Ocultando algo.  Nerviosa.   Escuchando. Riendo. Escuchando.  Consolando.  Recién levantada.  Untando una tostada con mermelada.   Con el pelo alborotado y la mirada perdida.  Saltando encima de la cama desnuda. Saltando encima de la cama en bragas y calcetines.   En ropa interior.  En ropa interior y calcetines. Riendo.  Llorando.  Riendo. Llorando.   Desnuda.

Lo puso de nuevo en la báscula y esperó a que los números digitales se detuviesen: 1 gramo.
Lisa se dio cuenta de que el olvido formaba parte del proceso y que por mucho que lo intentase, no iba a lograr evitarlo.  Pensó que con el tiempo solo le quedarían sensaciones,  alguna que otra imagen, algún que otro miedo.. Lisa pensó su nombre por ultima vez.

Javi,  que extraño.

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