jueves, 18 de febrero de 2016

La vida cotidiana

Si mi reloj tuviese una hora distinta a la de los demás, viviría en otros momentos.
Lo detendría,  
lo aceleraría,
y daría marcha atrás.
Volvería a nacer cada día.
Volvería a aprender a caminar cada día.
Volvería a pasar tardes de sábado haciendo frisuelos con mi madre cada día.

Si me reloj tuviese una hora distinta a la de los demás,
vería siempre por primera vez mis películas favoritas,
escucharía por primera vez mis películas favoritas,
 acabaría las cosas que deje a la mitad
y aprendería de mis aciertos.

Si mi reloj tuviese una hora distinta a la de los demás,
y podría vivir en el segundo de millones de años de evolución que me diese la gana,
elegiría el segundo en el que vivo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario