miércoles, 30 de julio de 2014

Se me caen las palabras.

Se me caen las palabras como pañuelos
cada vez que hace demasiado viento,
o me viene a la cabeza
algún recuerdo que se desliga en otro recuerdo
que a su vez esconde otro recuerdo
y como es de esperar,
desemboca en ti.
Pero es que joder,
se me caen las palabras como pañuelos
con cada ráfaga de aire
y hasta con el soplo del aire acondicionado.
Incluso un maldito ventirlador,
o una sucia alcantarilla
puede hacerme recordarte.
Porque mi cabeza,,
tiene la horrible manía de usar cualquier pretexto
para recordarte.
El otro día el ticket de la compra me recordó a tus ojos
y el mando de la televisión me trajo a la mente
la imagen pixelada de tu sonrisa,
Lo cierto es que ahora te veo un poco borroso
y te esucho en diferido
pero no me importa,
porque todas las cortinas de mi casa gritan tu nombre.
Incluso las de los centros comerciales susurran tu nombre a mi paso.
También el paquete de galletas me recordó a tí y entonces me di cuenta,
que aquello era una enorme putada,
porque las cosas cotidianas me recuerdan a ti
y el día a día me recuerda a ti,
y tú no conoces ni mis manchas de nacimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario